Hipertensión
Cuando su corazón late, bombea sangre hacia sus arterias y crea presión en ellas. Dicha presión es la que consigue que la sangre circule por todo el cuerpo.
Si la presión sube por encima del límite normal de 140/90 en los adultos, se produce lo que denominamos hipertensión arterial, la cual se trata de una enfermedad muy común en todo el mundo que afecta a más del 20% de los adultos entre 40 y 65 años y casi al 50% de las personas de más de 65 años. La hipertensión, además del acortamiento en la expectativa de vida puede producir daño a nivel cardiaco, renal, neurológico y puede generar un deterioro importante a nivel ocular, causado por una alteración llamada retinopatía hipertensiva, en la cual la presión sanguínea alta pude dañar los vasos sanguíneos de la retina. Cuanto más alta sea la presión sanguínea y mayor sea el tiempo que ésta permanezca elevada, es probable que el daño sea más grave. Cuando la hipertensión arterial empieza a dañar las estructuras internas del ojo no presenta ningún síntoma, en estados avanzados la retinopatía hipertensiva causa inflamación del nervio óptico y del centro visual de la retina (mácula), lo cual puede ocasionar una disminución grave y permanente de la visión. El control oftalmológico en pacientes con hipertensión arterial es muy importante ya que para ayudar a prevenir la retinopatía